miércoles, 23 de septiembre de 2009

Una tarde en las playas del Sardinero


El Barcelona se volvió a dar, una jornada, más un festín, aunque está vez cambio el escenario, ya que en vez de darse el homenaje en el Camp Nou, como sucediera frente al Atlético de Madrid, se fue a las playas del Sardinero para demostrarle al Racing de Santander que está muy por encima de muchos de los equipos de Primera. Guardiola pide no relajarse a los suyos, y esa es la única manera de que la apuesta del Barcelona por el buen fútbol les lleve a conseguir los mismos éxitos que el año pasado.

Esta vez el conjunto azulgrana tardó más en abrir la lata. Tuvieron que pasar 20 minutos de dominio visitante hasta que Ibrahimovic rematara de cabeza a gol tras una buena jugada de estrategia entre Xavi y Messi. Minutos después, el sueco tuvo el 2-0 en sus botas, pero su disparo se encontró con el poste de la portería de Toño. Tanto Mandiá como la afición racinguista veían que los suyos iban a sufrir como lo hiciera el Atlético pocos días antes.

Y así fue, tan solo cuatro minutos después, el argentino Messi recibía de nuevo un balón del ‘cerebro’ Hernández y esta vez finalizaba él la jugada con un buen disparo ante el que nada pudo hacer el meta alicantino. Para colmo, y haciendo buen uso de la costumbre culé, el Barcelona no quiso que los verdiblancos levantaran el ánimo tras el segundo, y esta vez fue Piqué quien completamente solo dentro de la zona de peligro local, recibía un buen pase de tacón del sueco y marcaba el tercero a placer (previamente Piqué había sufrido un golpe en la cabeza que le abrió una pequeña brecha, pero que no evitó que demostrara sus facultadas dentro del área contraria).

Tras el descanso si es cierto que el Barcelona bajo un poco el ritmo, llegando incluso Guardiola a realizar una serie de cambios. Pedro entro por el ex jugador del Inter, Márquez sustituyó a Piqué y finalmente Iniesta entró para dar descanso a Messi, aunque el argentino tuvo tiempo para marcar el cuarto antes del marcharse al banquillo.

El Racing de Santander, en algunos momentos pitado por su afición, la cual no estaba contenta por el juego, y tal vez soñaban todavía con ese 5-0 del año 1995, consiguió el de la honra tras un buen disparo de Serrano. Tras el gol los locales se vinieron arriba, pero ya era tarde para enderezar una abultada derrota.

1-4 fue el resultado final, resultado que dejó a los de Guardiola durmiendo líderes, esperando a un pinchazo del Real Madrid frente al Villareal.